Como ya lo vimos en los tipos de argumentos:
Un argumento es deductivamente valido si y solo si es imposible que sus premisas sean verdaderas y su conclusión falsa.
Esto quiere decir, que la conclusión debe de “salir” forzosamente de sus premisas. Si sus premisas son verdaderas la conclusión debe de ser verdadera, si las premisas son falsas su conclusión debe de ser falsa.
Ojo: Un argumento puede ser válido, aunque sus premisas sean falsas. La validez de un argumento solo se encarga de asegurar que sus premisas y su conclusión estén relacionadas de la forma mencionada.
CORRECCIÓN
En cuanto a la corrección podemos considerar dos tipos de corrección.
La corrección de la validez de un argumento.
Para corregir la validez de un argumento es necesario asegurarnos que la conclusión de un argumento sea la consecuencia real de sus premisas.
Ejemplo:
Premisas:
Todos los perros son leales
Algunos humanos son leales
Conclusión:
Algunos humanos son perros
CORRECCIÓN:
Premisas:
Todos los perros son leales
Algunos humanos son leales
Conclusión:
Algunos seres vivos son leales
La corrección de la consistencia de un argumento.
Una vez que nuestro argumento sea válido, procedemos a comprobar las premisas.
Ejemplo:
Premisas:
Todos vertebrados pueden volar
Todos los humanos son vertebrados
Conclusión:
Todos los humanos pueden volar
En este caso, es un argumento válido, ya que la conclusión se desprende de las premisas. “Los humanos pueden volar debido a que como son vertebrados y decimos que todos los vertebrados pueden volar”.
Pero tenemos una conclusión falsa; “los humanos pueden volar” debido a que tenemos una premisa falsa “todos los vertebrados pueden volar”.
CORRECCIÓN:
Premisas:
Algunos vertebrados pueden volar
Todos los humanos son vertebrados
Conclusión:
Los humanos son un subconjunto de los vertebrados que no puede volar.